La pérdida de todo ser querido es un suceso traumático que requiere de un tiempo, denominado de duelo, para permitirnos aceptar la situación. Durante este tiempo es importante el apoyo del entorno social y mantener unos hábitos saludables.

En términos generales el proceso de duelo pasa por varias fases. La primera de todas es el reconocimiento. Si somos capaces de aceptar su marcha la evolución de este proceso será más rápida y favorable, permitiendo adaptarnos a la nueva situación.

Y los perros no son tan diferentes. Sufren con la pérdida de su compañero peludo y esta situación puede provocar problemas tanto a nivel físico como, sobre todo, psicológico. Para facilitar este tránsito la posibilidad de realizar una buena despedida es un elemento crucial que puede llegar a considerarse tanto inicio como resolución del duelo.

Los perros necesitan mantener una cierta situación de control sobre lo que les rodea para sentirse seguros. Por ello cuanto más inesperada, irreversible e inexplicable sea la ausencia, más complicado será su aceptación.

Un aspecto que puede producir especial ansiedad es el hecho de no haberse podido despedir, de forma presencial, del ser querido. El poder de adaptación de nuestros perros es sorprendente pero facilitarles comprobar la realidad, les ayuda a aceptarla.

Por todo esto, es muy importante dejarle ver el cuerpo de su compañero, en momentos previos al fallecimiento o una vez que se ha producido,  para que pueda entender su ausencia.

De otra forma la búsqueda, incertidumbre y no poder explicarle que no va a volver, puede generar un sufrimiento innecesario. Los perros entienden la muerte como algo natural que forma parte del ciclo de la vida, aceptando la pérdida siempre que su seguridad y bienestar no se vea en peligro.

Ten paciencia, dale su tiempo para encontrar su nuevo lugar y aprender a sentirse cómodo en él.

Las cosas importantes en nuestra vida no se miden por el tiempo que duran sino por la huella que nos deja. Y nuestros perros dejan un gran vacío en el corazón pero también nos llenan de gratitud por todos los momentos compartidos.